Previo al viaje de investigación a la Zona de Contacto Intercultural, Fernanda Olivares y Nicolás Spencer fueron invitados a participar en una residencia en Weltmuseum Wien para ser parte de la exhibición “Extinction!?” en el marco de TAKING CARE project. La idea de esta residencia fue, trabajar con los objetos pertenecientes a la colecciones obtenidas por Martin Gusinde y Carl Hagenbeck y ver nuevas formas museográficas basadas en la percepción, sentimientos, la discusión en torno a la extinción y el reconocimiento en Chile de la comunidad Selk’nam como una comunidad viva.
Nos propusimos investigar los objetos de la colección Selk’nam para luego mostrar los resultados durante un año en las salas de exhibición de este ex museo antropológico. Nos acercamos sigilosamente a estos objetos, entendiéndo que tienen una posición y una agencia propia independiente de quien los observe, un lugar como consecuencia de una larga historia, con múltiples significados y forma de ser interpretados. Para ello comenzamos por entender su ecosistema, desde la periferia de la ciudad hasta partículas elementales que los constituyen estos artefactos.
Iniciamos un estudio de campo que comenzó por la ciudad de Viena, su entorno cultural a través de sus museos y sus diferentes lógicas de representación. Para esto, entrevistamos a gente conectada con diversos museos e instituciones como el Weltmuseum, Vienna (Claudia Augustat, Christiane Jordan), el Museo de Historia Natural (Constanze Schattke), el Missionshaus St. Gabriel (Fr. Franz Helm) y el Museo de Arte Contemporáneo, Mumok (Susanne Neuburger).
Luego nos adentramos un poco más, al acecho, desde los objetos aislados en las vitrinas de la sala de exhibición, para pasar por laboratorios de restauración, hasta las bodegas de conservación y almacenamiento. Transitamos desde la atmósfera controlada que los conserva y luego, por medio de tecnologías de escaneo y modelación 3D simular la superficie que está en constante contacto con ella.
Creamos así, a partir del objeto original, una forma vectorial y vacía, cuyo interior tendría que ser llenado a través de prácticas patrimoniales creativas o lo que llamaríamos “mentiras”
Para algunos la mentira es un acto inmoral, para otros, un acto de sobrevivencia.
Muchos de los objetos de la colección Gusinde-Hagenbeck fueron sacados de forma violenta a quienes lo utilizaban. Esto, sumado al intento de aniquilación sistemática de sus dueños, provocó que estos artefactos llegasen al museo con poca o nula información. Lo mismo ocurrió con sus descendientes, entre ellos Fernanda Olivares, quien hace años se encuentra en un proceso de reconstrucción de su pasado. Para ello, le permitieron entrar en contacto con los objetos, tocarlos, olerlos y preguntarles por su pasado. De esta forma, Fernanda reconstruyó parte de su herencia creando una historia. Una versión que no se contradice sino que se suma a la que se encuentra catalogada por antropólogos del siglo 19 e interpretada por los miles de visitantes del museo. Nos basamos en que la imaginación es una retrato más de la realidad, que no puede ir tan lejos como se cree y que la idea más delirante no es más que otro retrato colorido de la paleta cromática de lo que se puede considerar como realidad.
Video
El video es un ensayo, respecto a los ecosistemas-museo y los objetos pertenecientes (originalmente) a la comunidad Selk’nam. Los objetos fueron escaneados y vectorizados, despojados digitalmente de sus materiales y superficies, fueron vaciados de su contenido, se volvieron transparentes para que luego, mediante un proceso creativo, Fernanda Olivares los resignificara agregándoles una historia, un relato acerca de su utilidad o valor simbólico. Además, integramos los sonidos que cohabitan con estos objetos en las salas de exposición que los albergan, con sus visitantes y las personas que los cuidan y exhiben.
Posteriormente a nuestro viaje a la Zona de Contacto Intercultural se le agregó al video, a partir del minuto 15:45, parte de los lugares que visitamos en terreno. Lugares que de la misma forma fueron escaneados y vectorizados, para ser vaciados y resignificados con una perspectiva que invita al espacio natural a la discusión museográfica; los ecosistemas “naturales” se culturizan al ser habitados por humanos, dando paso a arqueologías del futuro.
Prácticas de repatriación
La máscara ceremonial que aparece en el video (min 5:00), fue retirada de la exhibición por solicitud de Fernanda Olivares. Luego de ser escaneada fue impresa en dos copias; una que se quedó en la exhibición “Extinction!?” en el Weltmuseum de Viena y otra que fue llevada de regreso a Tierra del Fuego por Claudia Augustat, curadora de la colección sudamericana de ese museo. El traslado de la réplica plástica, si bien no cumplía con ninguno de los protocolos de repatriación, nos dio la posibilidad de hacer un ejercicio simbólico para comprender un poco más sobre los mecanismos que actúan, dándole valor y significado a un objeto con origen claro y un significado totalmente impreciso. La máscara luego de su viaje de retorno se entregaría a dos representantes la fundación Selk’nam Hach Saye Selk’nam; Hema’ny Molina y Fernanda Olivares.
Una vez en Tierra del Fuego, fuimos invitados a una ceremonia en el Parque Karukinka. Ahí, se retiró el envoltorio protector de la máscara y se presentó de forma simbólica a los bosques desde donde más de 100 años atrás fue tomada por el misionero alemán Martín Gusinde. Ahí, la réplica plástica fue investida por grasa animal con los colores vernaculares que alguna vez se usaron para pintar cuerpos y objetos rituales. Este fue el gesto que transformó un material inorgánico en un símbolo vivo, una forma vacía en un contenedor simbólico de repatriación.
Éramos conscientes de que la máscara plástica podría considerarse como un objeto extraído y exotizado. Aun así, para los que participamos en la ceremonia, el objeto en sí mismo perdió protagonismo para entregárselo al gesto. Se revierte así un ejercicio materialista en un “hecho social total”2 donde la importancia ya no es la máscara, ni quien la usa, si no la proyección de su mirada en el bosque. Esto nos hace pensar en que quizás, lo importante de la repatriación o resignificación pueda ser la práctica y que la separación del sujeto o el objeto con el entorno son el origen de la colonización, la modernidad y del desquicio..
Dislocaciones / Instalación Extinción!?
La instalación fue montada en “El Corredor del Asombro” (Der Korridor des Staunens) del Weltmuseum Wien entre el 23 de febrero del 2023 y el 2 de abril del 2024. El concepto fue montar el video de manera que provoque la dislocación entre el espectador y la posición en que se encuentran los objetos exhibidos en el museo.
El video, que explica mediante procesos creativos el significado o uso de “objetos culturales”, se puede ver solamente sentándose sobre un plinto en el interior de una vitrina. A su vez, una copia de la máscara ritual Selk’nam observa desde afuera como los visitantes a la muestra Extinction!? aprenden del video. Lo exhibido es el visitante tratando de entender una colección a través de ejercicios imaginativos.
La máscara sale de la vitrina y observa la misma situación en la que estuvo por años. La otra copia se encuentra en Tierra del Fuego en donde observa los valles, bosques y bahías de donde alguna vez fue sacada. La máscara original, vuelve a la bodega donde es conservada en una cámara climatizada y obscura.
”Era importante para esta pieza intercambiar posiciones entre observador y observado y poner al espectador como un objeto de estudio. El visitante al museo tratando de entender otras culturas es un fenómeno antropológico exhibible y estudiable.” Fernanda Olivares
Zona de Contacto; ¿un parque? ¿un museo?
Uno de los objetivos de nuestro estudio de campo en Tierra del Fuego fue identificar y validar una zona de contacto entre los pueblos Kawésqar, Yagán y Selk’nam, un espacio con cualidades naturales y culturales que pudiese albergar colecciones museológicas contemporáneas. La idea fue juntarnos para dialogar y tratar de entender los espacios que podrían representar los parques y reservas orientados a la conservación, los museos como lugar efectivo de cuidado y potenciales espacios de representación cultural.
Parques, Reservas y Santuarios
En Chile, la condición de Parque Nacional, Reserva Nacional y Santuario de la Naturaleza, ofrecen supuestas garantías de cuidado integral de ecosistemas únicos, aunque en la realidad su protección llega hasta que topa con intereses tanto de privados como políticas de estado.
En palabras de Paula Urdangarín “Analizando las figuras de protección actualmente vigentes, podemos concluir que no existe en nuestra legislación una protección absoluta de estas zonas. Quedan vacíos legales que pueden -y son- aprovechados, para que prevalezcan intereses económicos sobre un resguardo real de dichas zonas. Existe una ambigüedad jurídica respecto de las áreas supuestamente protegidas, no existe certeza a largo plazo”. (Ver http://terra-ignota.net/es/2023/07/03/el-medio-ambiente-como-entidad-juridica/)
Los parques en Chile no incluyen los bordes costeros, tampoco a las comunidades con las que se relacionaron por miles de años. Sus límites geográficos, además de no tener fuertes consideraciones ecosistémicas, configuran un imaginario político que varía con el tiempo y es el responsable de que hoy en día sus habitantes ancestrales no puedan caminar o navegar libremente. Por otra parte, no se establecen normas transnacionales de protección de ecosistemas que estén por sobre las divisiones geopolíticas, lo cual redunda en la desprotección de la integridad de los mismos.
En algunos parques protegidos por privados, subyacen organizaciones no gubernamentales pertenecientes a grandes intereses económicos. Esto hace pensar en aparentes estrategias de cuidado para la futura y más rentable extracción de sus recursos. Por esto, es necesaria una sólida legislación que garantice el cuidado de estos ecosistemas de forma independiente a la voluntad o el interés de las organizaciones privadas que las custodian.
En relación con este tema, surge la idea de buscar nuevas figuras legales que protejan ríos, montañas y lagos como sujetos de derecho para protegerlos de los intereses políticos y económicos pasajeros. Es importante aunar criterios internacionales y globalizar experiencias como la otorgación de derechos a la Pachamama, (Ecuador, 2008); la Ley de Derechos de la Madre Tierra, (Bolivia, 2010); la asignación del Río Atrato como sujeto de derecho (Colombia, 2016); la personalidad jurídica río Whanganui (Nueva Zelanda, 2017); la personalidad jurídica río Ganges y Yamuna, (India, 2017); etc. Estos enfoques están basados en la idea de que la protección efectiva del medio ambiente requiere reconocer su valor intrínseco y garantizar su defensa legal mediante el otorgamiento de derechos con normas que generen relaciones recíprocas a largo plazo.
Terra Ignota forum, algunas consideraciones.
Luego de 10 días de expedición y haber encontrado pruebas de la existencia de una Zona de Contacto Intercultural en el parque Yendegaia, debatimos durante tres días sobre este parque como un espacio con cualidades naturales y culturales que pudiese albergar colecciones museológicas contemporáneas. En el debate, que llamamos Terra Ignota Forum, participó la comunidad local, guardaparques, científicos, artistas, filósofos y curadores.
Como resultado de este encuentro nos pareció, que la idea de parque como museo, al menos en Chile, no representa una garantía de resguardo para los contenidos que se albergan dentro de él. Un giro ontológico de estas características, si bien es un interesante punto de partida para la reflexión, nos pareció hasta donde pudimos entender, solo un ejercicio semántico. Por otro lado, creemos que los museos en general han perdido representatividad, ya que la sociedad no se identifica con ellos, ni sus contenidos y la narrativa necesaria que los hace posible.
Aquí resulta interesante pensar al revés: el museo como parque. La idea de paisaje, como un espacio para la contemplación y reflexión, parece haberse desplazado a museos e instituciones culturales mediante la relación pasiva y unidireccional que tiene con sus visitantes. En cambio, se podría pensar en un museo-parque como ‘lugar donde se cultivan las artes’, un lugar abierto para la experimentación, el juego y la especulación donde el visitante se vincule con poetas, escritores o científicos de forma desjerarquizada, horizontal y democrática. Un espacio donde se funda la absurda división entre cultura y naturaleza para buscar espacios de intercambio e interacciones más pertinentes.
1 Marcel Mauss, en su influyente obra “Ensayo sobre el don” (1925), introduce el concepto de “hecho social total”. Este término se refiere a la idea de que los fenómenos sociales no pueden entenderse de manera aislada, sino que están intrínsecamente conectados y forman parte de un todo más amplio.