Sobre el origen y habitabilidad del paisaje en fiordos y canales de Tierra del Fuego.

La región de fiordos, canales y archipiélagos al sur de Tierra del Fuego se caracteriza por un relieve rugoso, de montañas altas y escarpadas, bordeadas por valles de incisiones profundas que gobiernan incluso el paisaje submarino. Su origen enlaza virtuosamente procesos tectónicos y climáticos, abrazando un alzamiento persistente como consecuencia de plegamientos y fallamientos endógenos, así como depresiones y exhumaciones por el peso y tallado de las glaciaciones. 

La tectónica ha generado de forma casi ininterrumpida, sismo tras sismo, el desarrollo en una red compleja de fallas y fracturas, muchas de las cuales llegan a superficie, generando saltos en el paisaje, así como zonas de debilidad. Los hielos pleistocénicos por su lado han aprovechado los desniveles y zonas de debilidad (alta concentración de fracturas y rocas trituradas por fallas) para emplazarse y avanzar. Los glaciares en sus partes altas, han erosionado y pulido montañas, definiendo las altas cumbres de la Cordillera de Darwin. Por otro lado, a su paso, cavaron y pulieron, amplios valles de perfiles suavizados, muchos de los cuales fueron invadidos por el mar en resonancia con el derretimiento de los hielos y aumento de nivel promedio del mar.

En su conjunto, al desnudo, estas formas geológicas, representan un territorio agresivo, con montañas altas cubiertas aun con hielos, que drenan ríos torrentosos. La vegetación que hoy se observa, solo logró introducirse y acomodarse tras la retirada de los últimos hielos, unos 14.000 años antes del presente. Así lo hizo la fauna nativa que logro poblar el territorio antes de convertirse en isla. Así, trashumaron los primeros Homos sapiens en el sector, de norte a sur, hasta enfrentarse a este paisaje helado, escarpado y montañoso en el sur. ¿Qué motivó la exploración hacia el sur, a territorios cada vez más hostiles? ¿Será acaso nuestro concepto moderno de hostilidad del paisaje, un invento de los humanos aclimatados a la comodidad de nuestros hogares y al ocio?

Las rocas que conforman la Cordillera de Darwin así como el mecanismo que las deformó y elevó por sobre el nivel del mar, data desde el Cretácico Tardío, unos 70 a 80 millones antes del presente. Es parte del sistema orogénico andino, con la exclusividad de que las placas tectónicas que colisionaron son las placas Sudamericana y Scotia. El límite entre estas placas ha evolucionado en el tiempo, de convergente a transformante en la actualidad. Hoy en superficie es posible apreciar el impacto morfológico de este límite transformante, denominado Falla-Magallanes Fagnano. Esta falla es sísmicamente activa, y representa el rasgo tectónico de primer orden en la región, con más de 1000 km de desarrollo. 

Así, gran parte de la organización geométrica y geográfica de fiordos y canales quedan controlado por la Falla Magallanes-Fagnano y por sus fallas subsidiarias. Por ejemplo, el paso o portezuelo Kent, comunica dos valles de orientación WNW-ESE, que parcialmente cortan la porción media de la Cordillera de Darwin. Este lineamiento morfoestructural, representaría un brazo subsidiario de la Falla Magallanes-Fagnano (Figura 1). Estos valles siguen labrándose y las fallas en el sector siguen moviéndose. 

Figura 1. Imagen satelital de Google Earth del sector sur de Tierra del Fuego. Se aprecia los nevados y glaciares en Cordillera de Darwin así como la red de fiordos, canales y lagos. Se indican en líneas amarilla los ejes de pliegues y corrimientos en el antepaís de Tierra del Fuego. En líneas blancas segmentadas se indican la Falla Magallanes-Fagnano y algunas de sus fallas subsidiarias indicadas aquí como lineamientos morfológicos. Este sistema de falla representa el límite tectónico entre las placas Scotia al Sur (donde se ubica la Cordillera de Darwin) y la placa Sudamericana, al norte.

Figura 1. Imagen satelital de Google Earth del sector sur de Tierra del Fuego. Se aprecia los nevados y glaciares en Cordillera de Darwin así como la red de fiordos, canales y lagos. Se indican en líneas amarilla los ejes de pliegues y corrimientos en el antepaís de Tierra del Fuego. En líneas blancas segmentadas se indican la Falla Magallanes-Fagnano y algunas de sus fallas subsidiarias indicadas aquí como lineamientos morfológicos. Este sistema de falla representa el límite tectónico entre las placas Scotia al Sur (donde se ubica la Cordillera de Darwin) y la placa Sudamericana, al norte.

No obstante, el paisaje moderno se encuentra intervenido por la acción antrópica, por acción directa como indirecta. Rutas y asentamientos humanos modernos, ocupan el paisaje en localidades remotas para dar acceso a actividades económicas. Por otro lado, el paisaje se encuentra modificado por la acción de castores (Castor canadensis), mediante represas, tala e inundación. Estos mamíferos (segundo roedor más grande del planeta, después del capibara) fueron introducidos en Tierra del Fuego por militares argentinos en 1946, donde encontraron un medio ideal de reproducción, pero carente de depredadores naturales. Hoy son una amenaza al ecosistema y representan la especie invasora más dañina en la isla de Tierra del Fuego y archipiélagos aledaños. Junto con guanacos, son los mamíferos que mejor se han adaptado al paisaje fueguino, no obstante, así como los humanos a escala global, al no tener depredadores, amenazan con acabar con todos sus recursos del paisaje que es da actualmente el sustento.

(en Dr. Gerd Sielfeld)